Polvo de un sol distante

El conjunto de obras de Benjamín Torres que se presentó en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, articula la conmoción del observador. Observador que no es únicamente él, el expositor, sino todos y cada uno de los que nos sostenemos e intentamos coherencia en la perspectiva existencial. Ese observador que no cuenta con nociones precisas de lo que sucede muy cerca de él, en las dimensiones invisibles de lo próximo, de lo quizá inminente, de lo inaprensible, de lo que fue y ya no es, y en efecto a esto, confrontando a las incógnitas que se quedan como remanentes de algo que en presente significa poco, pero en condiciones venideras tal vez sea indiscutiblemente trascendental.

Polvo de un sol distante, manifiesta sensaciones de que algo está sucediendo, o incluso por suceder, entre la realidad y yo, y la inquietud que es a su vez distraída por las obligaciones diarias de garantizar la continuidad y/o ciertos grados de estabilidad de la vida, entre el “ser” y el “hacer”, por conocer y adentrarse en la posible congruencia de la “objetividad” entre paréntesis. Esa, es la posible condición de objetividad, ponderada más allá de establecer respuestas en su tendencia evidente a los ignoto, lo misterioso, lo oculto, lo vaciado o lo incompleto, intentando aproximarse a un proceso de transidentificación, donde incluso pueden cruzarse la aceptación de lo abyecto, o la recurrente fórmula esotérica, con la asimilación de la duda, y todas estas al mismo tiempo, hacia la reparación de una Biología del conocimiento.

La Biología del conocimiento (concepto aculado por el chileno Humberto Maturana hace cuatro décadas) trabaja en la convergencia interdisciplinaria que da como resultado cambios epistemológicos en la relación observador – actor. Maturana fue el primer científico que desde su hacer de biólogo propone que el conocimiento es un fenómeno orgánico y que, por tanto, puede ser observado, analizado y obedecido como tal.

Un valor relevante en la estructura estética de Benjamín Torres se concreta en aspectos asociados al cuerpo, el ente más cercano, tangible e inmediatamente perceptible de los fenómenos biológicos y del conocimiento. El cuerpo humano, el cuerpo social, o el cuerpo cósmico. Estos sin embargo, para el caso concreto de ésta exposición, se presentan en el umbral previo a la definición: observando… en condición de expectativa, e incluso en el curso de asimilación de fenómenos de “disociación” o de inminente disipación (hacia el horror vacui); esos que también puede -o deberían- ser influyentes en los replanteamientos de nuestras percepciones de los real, aunque aparezcan fragmentadas, o de nuestros compromisos, si bien apariencia resulten poco útiles en la adversidad.

Guillermo Santamarina

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